La noche del eclipse de luna
bebías el cobrizo reflejo de la bruma en la marisma.
Mil incendios palpitan en la penumbra.
Penitencia oculta en una piel de lirio,
albero y negro de silencio.
Cabalgo al ritmo de mi temor,
ruido seco de tambores,
—el tiempo humilla con laureles—.
En los pantanos suaves el barro
cruje como las sienes sin luz de una muchacha.
sábado, 3 de marzo de 2007
Andante (Beatriz Hernanz Angulo)
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